Julio Bravo, el chef barranquillero que conserva tradiciones navideñas en Panamá
A sus 31 años es investigador de procesos ancestrales y autóctonos.
Llega diciembre y con ello toda una amalgama de luces, sonidos, saberes y sabores que fortalecen los lazos de amor y amistad entre las familias.
La creatividad de la cocina caribeña sale a relucir con las tradicionales recetas que nos trasladan a momentos especiales de nuestra infancia aun cuando nos encontramos fuera de nuestra ciudad.
Tal es el caso del chef barranquillero Julio Bravo, quien hace dos años se encuentra radicado en Panamá, sin dejar a un lado “los sabores exquisitos de mi amada curramba”.
Enyucados, carne en posta, natilla, buñuelos, arroz con coco y otras delicias hacen parte de la mesa navideña de este chef que guarda en cada plato la tradición e historia del Caribe.
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“Si algo tiene esta fecha es revivir los recuerdos gastronómicos de nuestra infancia con una cantidad de recetas que solo en la Costa la saben hacer. Desde mi estadía en Panamá quise encontrar algunas similitudes en varios ingredientes y lo he conseguidos en preparaciones que se asemejan mucho a un kibbe, carimañolas, inclusive en Panamá hay un pescado escabeche que es como si nosotros en Barranquilla estuviéramos comiendo bocachico, una delicia”, dijo a Zona Cero.
El chef que se declara un apasionado de la gastronomía combina texturas, sabores y colores, para llevar a otro nivel sus recetas.
“En mi restaurante, estoy manejando varias especies también que son autóctonas y que tienen mucha trascendencia en nuestro Caribe colombiano, como es el curry, el comino, el ajo, el achiote, el cilantro y varios tubérculos que también son del África, pero que nosotros los acogimos en nuestro sector gastronómico, como es la yuca”, subrayó.
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Una fusión entre tradición y creatividad
Con más de 12 años de experiencia en el sector gastronómico, este barranquillero dejó claro que la clave está en la fusión entre tradición y creatividad, y si bien recomienda mantener lo clásico, como las ensaladas tradicionales y los arroces, también invita a las personas a tener un giro que añada frescura y originalidad a la mesa festiva.
“Siempre trato de añadir un toque de mi Barranquilla como un arroz apastelado con butifarra, unos buenos chicharrones con yuca, o el plátano con berenjena, pero en mi mesa sí o sí en Navidad nunca puede faltar la ensalada de papa con mayonesa, siento que es un plato insignia de Barranquilla y las familias caribeñas”, aseguró.
Como opción infaltable, Bravo menciona el pastel de arroz y las hayacas, platos que en diciembre se popularizan.
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Dulce al paladar
En los hogares del Caribe los dulces se convierten en uno de los principales aperitivos durante las fiestas de fin de año, y acompañan desde las novenas, hasta las reuniones de oficinas.
Uno de ellos es el tradicional ‘Borracho’, una torta a base de pan que guarda en cada mordico historia y que el chef Julio Bravo ha incluido en su menú en Panamá.
“Este manjar normalmente lo comemos en Barranquilla en estas panaderías de barrios. Aquí en Panamá hay algo que se llama Mamallena, una torta tradicional, con los mismos ingredientes que se utiliza para el Borracho. Entonces ahí tú te puedes dar cuenta cómo son las similitudes. En mi cocina actualmente, ahora para fechas de Navidad, he comenzado a hacer un postre en base de Borracho o Mamallena, panameña”, dijo.
Julio Bravo, de 31 años, es investigador de procesos ancestrales y autóctonos de las herencias culturales de los países que lo cautivan.
Ha colaborado como chef ejecutivo en reconocidos restaurantes del exclusivo sector de Costa del Este, en Panamá, como María Bombón, Sushark y Luna Rosa, en Playa Coronado.
Actualmente es chef ejecutivo de Rockefeller Café, ubicado en Ciudad de Panamá. Su concepto tiene gran valor, pues utiliza ingredientes autóctonos de cada zona del país, para incentivar el consumo y compra del producto local.